Día 9, julio 1865.
Sta. Cruz. La noche, en la cima del monte.
La Iglesia identificada con el pueblo causa profunda impresión en el ánimo de Palau. Él la contempla. En la Eucaristía reconoce a su cabeza, Cristo hecho pan y vino para alimento de los suyos. Palau adora. En la consagración se siente depositario del tesoro. Pero solicita ayuda contra sus dudas. La Amada le confirma: A esta cabeza reclinada en ti, están unidos los pueblos que .. son mi cuerpo.
