Diciembre 29


29 Diciembre, 1870
El semanario comenta un infundio. El P. Palau es un estafador, farsante.. y otras lindezas. Bajo capa de exorcismos ejerce la medicina, acoge, en su casa a gente de mala vida. Las autoridades inspeccionan su domicilio. Lo encarcelan. Sin embargo, las familias de los enfermos valoran el evento de forma opuesta: Sólo el P. Palau los ha socorrido. La radiografía que de él han hecho sus adversarios es netamente evangélica.

Diciembre 28

El domingo 28 de diciembre no se tuvo lección en la Escuela. Pero el día primero de enero del nuevo año 1852 tuvo lugar la bendición de la imagen de «Nuestra Señora de las Virtudes», patrona de la Escuela.

Diciembre 27

Fiestas de la cueva                                                                                                                                                                 

He celebrado las fiestas aquí con el Niño Jesús que prefirió una cueva a los palacios de los reye s. Estas son las fiestas de la cueva, porque Dios quiso para sí una cueva, es Dios Hijo por nacimiento (dueño) de estos sitios. ¡Qué pobreza! Contentaos con la que Dios os da. Estáis contentas, yo lo sé, y para mí vuestra satisfacción es la mía. Yo no he dejado de ofreceros a Dios Niño y pobre. ¡Oh cuánto le place la pobreza voluntaria!

Diciembre 26

Domingo 26 diciembre, 1852                                                                                                                    

Palau levanta acta  del curso que finaliza. Mañana inaugurarán el nuevo. Con una fiesta. Informa cómo actuará cada colectivo. Los niños recitarán la lección. Los jóvenes emitirán sus opiniones y razonarán sobre materias que tanto les interesan. Los alumnos adorarán al Mesías recién nacido. Entre tanto se cantarán villancicos. Lógico. Son las fiestas navideñas.

Publicados en el  Áncora

Diciembre 25

Navidad en Santa Cruz,  1864.                                                                                                                                                                 

La celebración navideña no ha disipado sus dudas en torno al enlace con el misterio de la Iglesia. Sabe que Ella es su esposa y su hija. Del mismo modo que es hija del Padre y esposa de Jesús. Iglesia semejante al mismo Dios. No exagera. Ante Ella, Palau se asombra y descubre, conmocionada, su fe. Fe escasa, débil: Perdona mi incredulidad y ayúdame a superarla.

Diciembre 24


La Nochebuena en Santa Cruz,  1864.

Contamos con regalo navideño. El misterio de la encarnación nos lo ofrece, Palau, en clave femenina: la Iglesia-niña centra la celebración y el posterior coloquio. Entretejidos, ambos, por la admiración y la ternura. ¡Maravilla!. Sin embargo el escenario de lo cotidiano entraña dificultades relevantes. Lucha contra el mal. Un mini-credo salido de su entraña constituye el broche de oro del contexto: Creo más a tu palabra que a cuantos portentos puedan ver mis ojos.

Diciembre 23


Barcelona, 23 diciembre 1870

A Magdalena Calafell, en Graus
Se trata de un minúsculo billete portador de alegría. Ya se encuentran todos en Sta. Cruz. Libres.  Lo escribe el mismo día que salieron de la cárcel. Por lo demás, les pide continuar como están. No quiere obrar bajo el primer impulso. Busca la inspiración de Dios. Como broche les felicita las fiestas de Navidad. La salida de la mazmorra también ha supuesto, para ellos, el mejor regalo de  fiestas.

Diciembre 22


22 Diciembre, 1870                                                                                                                                            

En lo religioso, las naciones se solidarizan con la apostasía de sus reyes –susurra el ermitaño-. El Papa se encuentra prisionero en el Vaticano. Los obispos sometidos a los gobiernos de sus respectivos países. La Iglesia, atacada. Y ahora ¿qué nos aguarda? -se interroga-. Que el mal sea descubierto y combatido por la fe. El Señor Jesús acabará con él. ¡Qué gozo!. La esperanza del ermitaño sube enteros.

Hora en el mundo