Cantayrac, 14 junio, 1848
Al Jefe de los gendarmes de Caylus.
La fama de santidad de Palau se saldó con serias dificultades para él y los suyos. Saldo provocado por la envidia. Hombre valiente, donde los haya, en nombre de la libertad, que constaba en el lema de la república, la exige: Si por el sólo hecho de encontrarnos con hábito nos arresta, sin notificarnos esa prohibición,… denunciaré la detención y le haré pagar la condena..