Junio 15


Junio 15 de 1871                                                                                

El Ermitaño
Hoy se recrea en nuestra condición de criaturas. Dios nos plantó en el fértil jardín de su Iglesia.  Nos regala, insistentemente, el fecundo riego de su gracia, el aire de sus inspiraciones y el calor de su inagotable amor. Lo hizo así para que demos abundantes frutos de buenas obras. Por lo cual, nobleza obliga: a Dios le debemos todo –completa-. Él es  nuestro único principio y fin.

Hora en el mundo