Noviembre 18
18 de noviembre de 1864
Al R. D. Ildefonso Gaell, Sarriá
Apreciable amigo: Una misión es el termómetro que marca y descubre el estado en que se hallan los sentimientos religiosos en el país donde ésta se practica, y sus actas son la historia de la Iglesia, y por esto siempre he aplaudido el que se destinara en la Revista Católica una sección para las misiones de nuestro país: yo seguiré dándole cuenta de cuanto nos ocurra que merezca atención especial.
Después del planeamiento de los ferrocarriles, Barcelona ha tomado y va cada día tomando mayores proporciones. Sans al Oeste; Gracia, San Gervasio y Sarriá por el Sur, San Martín de Provensals, San Andrés del Palomar y San Juan de Horta por el Este. Estas grandes poblaciones son arrabales de Barcelona, y estos arrabales son los que recorrerá nuestra misión. Sans consta de unas quince mil almas, y las diez mil se han domiciliado allí en el período de unos diez años. La España industrial y otros muchos talleres de fabricación, y los grandes almacenes, y la infinidad de carruajes para su transporte han hecho necesarios millares de operarios, y éstos han acudido de todos los puntos de España, y fijando allí su comercio e industria forman la población actual que no es más que una calle del Este de Barcelona.
La Iglesia construida de nuevo es magnífica y muy espaciosa, y hemos tenido la satisfacción de verla todas las noches llena de un pueblo atento a la voz del misionero. Sans, esa masa tan considerable de gente laboriosa y trabajadora, ha dado un testimonio público de su religiosidad.
