9 de julio, 1865
La noche del 9 en la cima del monte.

El misterio eclesial se concreta: es la Iglesia de Cataluña: Lo que me dijo me causó una profunda impresión. Y concluye admirado:
¡Qué eres bella! Yo te adoro, yo me rindo, yo te consagro mi amor; y si en mi vida no lo he hecho como mereces, recibe ahora en ofrenda un corazón que te adora...