10 de julio, 1854. Ibiza.
Escribe una carta a D. Agustín Mañá, su amigo.
El acontecimiento que late en la carta es la desaparecida Escuela de la Virtud. Palau teme que el obispo se haya sometido a las autoridades civiles, y que quien salga perdiendo sea él.
Mi más apreciable amigo: Recibí su última. Me alegra y me es satisfactorio ver carta de Vd. porque es un dulce recuerdo de nuestras conversaciones. Yo no creo vaya muy bien el asunto de la Escuela porque de palacio no hubieran dejado de comunicarme una noticia favorable...