26 julio 1860.
Es de nuevo su dirigida, Juana Gratias, la destinataria de esta carta.
Palau ha conseguido la deseada libertad después de 6 años de confinamiento. Por ello mira despacio.. el uso que debe hacer de su libertad. Mirará, consultará y programará la nueva marcha. Tú.. en una sola cosa puedes ayudarme: Orar, con insistencia a Dios y a su Madre para que nos dirija por donde le plazca. Y cuenta con ella: Unida por vocación y disposición divina a mi carro, sólo te resta seguir. La confianza en Dios es primordial para Palau: Estando, como estamos, bien dispuestos a secundar los designios de Dios, no nos dejará sin luz ni dirección. Y concluye con otra chispa de humor: Hoy ha venido a hablarme aquella viuda de la Stma. Trinidad y me ha llenado y saciado de Trinidad...