Barcelona, 2 septiembre, 1869
A Magdalena Calafell, en Graus.
Se solidariza con ellas. Siente sus enfermedades y les recomienda peculiares remedios. No muy eficaces, por cierto. También las encarga permanecer en el servicio del hospital. Agradece la consideración del director, hacia sus hijas, y se ofrece a él para lo que pueda y convenga. Comunica noticias recientes de la familia. Nosotros estamos en paz -concluye-.