La corrección
Corregir al que va errado es una obra de misericordia. Lo acentúa Palau. En ciertas circunstancias la corrección fraterna es una obligación que emana del precepto divino. Entre los escándalos que se han de corregir, el más perjudicial para la sociedad, son las sectas –afirma e interroga-. Este escándalo, en países eminentemente católicos, ¿se ha de tolerar?. Su época y planteamientos distan mucho de los nuestros.
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