Domingo 21 agosto 1853
El ateísmo
La majestuosa marcha del universo, la armonía de sus leyes y la observancia del más admirable orden, así como la sublimidad de los fenómenos del alma y los actos de la conciencia humana, no son sino testimonios de la existencia de Dios –afirma persuadido Palau. Y agrega-: Esta verdad ha brillado, pura, en el horizonte de los pueblos que han pagado tributo a la civilización.