Barcelona, 24 junio 1862.
A las Marías de Ciudadela.
Se encuentra sumamente edificado al conocer su pobreza, penitencia, observancia…También afligido por la extrema situación y por las enfermedades que padecen. La Hna. Juana -les informa- se encuentra en Montserrat haciendo ejercicios. En cuanto vuelva, viajará a la Isla. Se pone enteramente a su disposición y les aconseja reducir el silencio. Si hay trastornos es perjudicial –sentencia-.