Vedrá (Ibiza), 10 Marzo 1871.
A Magdalena Calafell en Graus.
Recuerda a las Hermanas la importancia de conjugar libertad y obediencia. Afronta un relevante problema: la intromisión de un sacerdote en la privacidad comunitaria. Agradece los servicios que realiza en bien de los enfermos y de las Hermanas. Pero fija los límites de su actividad: encargado de la administración del hospital. Es decir cobrar rentas, invertirlas y cosas por el estilo. Nada más.