Enero 18

Domingo 18 enero 1852                                            

El vicio, negación de la virtud 

Continúan las conferencias ascéticas en la iglesia parroquial de San Agustín bajo la dirección del Rdo. P. Francisco Palau. El hombre, siendo libre, es susceptible del bien y del mal, y bajo esta consideración es un jardín en el que el Señor ha sembrado la virtud y el enemigo el vicio. Este, sostenido, alimentado y fomentado con actos pecaminosos, crece con el tiempo, radifica en hábitos viciosos hasta lo más íntimo del corazón, extiende por fuera sus ramas de obras escandalosas y, llegado a ser árbol perfecto de muerte, obstina al hombre en el mal: llegado poco a poco y con el tiempo a su perfección, es una planta abominable en el campo de la Iglesia y de la sociedad, que da con abundancia frutos amargos y emponzoñados de obras de iniquidad. ¿Cómo se destruye este vicio? ¿Cómo se arranca este árbol? Con tiempo, con orden y observando las reglas de una de las siete artes que llaman los ascéticos agricultura espiritual.

Hora en el mundo