Noviembre 9




Barcelona, 9 noviembre, 1871                              

El Ermitaño
“Permitidme, que desahogue mi corazón consagrando un recuerdo a la feliz memoria de mi virtuosa madre, cuyos restos se hallan depositados en esta sepultura: Madre mía, descansa en paz. Desde la eterna mansión de la luz dirígeme una cariñosa mirada y bendición para que, con celo creciente, sostenga los sagrados principios con los que me he asociado a la bandera de Jesucristo”.

Hora en el mundo