14 de julio, 1865.
Las tinieblas en el amanecer sobre el monte.
Bien. Pero ¿cómo puedes amarme tú que eres infinitamente
bella y amable? ¿Cómo puedes amar una cosa tan fea?
– Yo amo no lo que tú eres y tienes de ti mismo, sino lo que hay en ti infinitamente amable y bello.
– ¿Qué es esto? Yo no veo en mí tal amabilidad y belleza.
– Amo en ti la imagen de tu Dios, que es bella y amable como yo misma.