Junio 1865. La mañana del 27
Mi espíritu estaba sumamente afligido y abatido, y subía al monte cubierta mi alma de pena. Y una voz procedente del mismo monte me decía: «Oración, oración». Y me postré en tierra prometiendo obediencia a la voz, que creía ser la de Dios...
Junio 1865. La tarde del 27
En cumplimiento de mi palabra, subía yo hacia la cima del monte para orar, y no encontré la que buscaba en el lugar de la cita; la llamé y no me respondía. Subí a otro montecito más elevado cubierto de bosque, y la hallé solitaria y en profunda meditación. Y una voz fuerte procedente del mismo monte me dijo: «Oración, oración». Y me puse en silencio y en oración...La oración curará todos tus males; no faltes...
Domingo 27 junio 1852*
Mañana la Escuela principiará sus funciones a las cinco de la tarde. La conferencia será sobre la lección 31 de nuestro Catecismo la que trata de la abstinencia y la sobriedad: hablaremos sobre el cilicio, maceración y demás austeridades, mortificaciones y penitencias corporales, proponiendo el fin a que van ordenadas y el uso que debe y puede hacerse de ellas (Catecismo, lec. 31).
El director de la Escuela de la Virtud,
Francisco Palau, pbro.